Desde la Asociación Protectora de Animales (APAN Salta) expresamos nuestra profunda preocupación e indignación ante un nuevo hecho que expone el sufrimiento de los animales en nombre de la tradición.
Este mediodía, en la esquina de Mendoza y Pellegrini, pleno centro de la ciudad de Salta, un caballo se desplomó antes del inicio del desfile de gauchos por la festividad de la Virgen del Perpetuo Socorro. Según relataron testigos que se encontraban en el lugar, el animal, visiblemente agotado o en mal estado, cayó sobre el asfalto y quedó tendido, incapaz de levantarse.
Lo más grave es que, lejos de recibir asistencia veterinaria inmediata, las personas que lo acompañaban intentaron forzar su levantamiento a golpes y tirones, una actitud inaceptable que refleja la falta de protocolos de protección y respeto hacia los animales en este tipo de eventos.
El estado de salud actual del caballo se desconoce, ya que hasta el momento no se brindó información oficial sobre su condición ni sobre las medidas adoptadas.
Este nuevo episodio, lamentablemente, se suma al reciente y tristemente recordado caso de "Chuequito", el caballo que murió desangrado durante el desfile en honor al general Martín Miguel de Güemes, y que generó un fuerte debate social sobre la utilización de animales en desfiles, peregrinaciones y otros actos públicos.
Desde APAN Salta reiteramos que la tradición no puede ser excusa para el maltrato animal. Los caballos no son objetos ni simples símbolos decorativos: son seres vivos que sienten, sufren y merecen ser protegidos.
Exigimos a las autoridades provinciales y municipales:
✅ La prohibición del uso de caballos y otros animales en desfiles, peregrinaciones y actos públicos.
✅ Mientras esto no se concrete, la implementación inmediata de estrictos controles sanitarios, protocolos de bienestar animal, tiempos de descanso, hidratación adecuada y asistencia veterinaria obligatoria.
✅ Sanciones efectivas para quienes maltraten o expongan a los animales al sufrimiento.
Basta de justificar el maltrato en nombre de la cultura. La mejor forma de honrar nuestras tradiciones y creencias es construyendo un presente más justo, donde el respeto alcance también a los animales.